sábado, 10 de septiembre de 2016

Mi gusto por los buenos puros y la industria argentina

Mi gusto por los buenos puros  y la industria argentina

El Duque robustos (Corrientes) El mejor puro argentino que probé en mi vida.



Como siempre recuerdo, comencé a fumar en 1985, pero lo hice de manera más racional desde 1995, durante toda la década del 90 fume solo importados, desde Cuba y Dominicana. 

Pero inmediatamente luego de la crisis del 2001 mi disfrute y mi buen humo se vieron amenazado por la misma. 

Ya en los últimos años de los 90, los puros estaban aumentando y así descubrí la alternativa industria nacional, tanto la que trabaja con hojas de tabaco importada como la de manufactura y materia prima 100% nacional. Así conocí a Padilla en Boedo, a Manrique en Once y al Griego de Congreso entre otros.




Durante años (2001/2006) fume y disfrute de puros manufacturado en buenos aires con tabaco de misiones, los Padilla verde,  pero luego durante un viaje de placer por la ciudad de Salta descubrí la marca Galón, unos puros elaborados en Catamarca con tabacos de la zona, realmente me enamore de esa marca y durante los años que duró la misma, hoy ya no está en el mercado (duro desde 2003 hasta 2007), fume todo lo que pude, fueron varias cajas de robustos y pirámides de Galón. Mucha pena me dio enterarme su desaparición por motivos económicos, hecho que confirme en la misma capital de Catamarca durante un viaje de trabajo en 2007.

Este año, 2016, tuve la grata sorpresa de descubrir, sin dudas, el mejor puro 100% argentino que probé en mi vida. Esta vez descubrí el tabaco criollo cultivado en Corrientes.


*Para algunos historiadores como Hector Tocagni en su libro el Tabaco (1987), la planta de tabaco podria ser oriunda de Sudamérica, De Perú, Paraguay y hasta posiblemente de Argentina de zonas como Corrientes y Misiones. 

La marca es El Duque, elabora dos tipos de Robustos, uno de vitola bordo  y otra negra (Es muy sutil la diferencia entre ambas, la negra es algo más intensa en sabor). Cumple a rajatabla con el paso a paso de la metodología cubana, tanto en el cultivo de la planta, su cosecha, secado y fermentaciones, como en la elaboración del puro.


Son puros de bastante  menos de 100 pesos. Y el nivel de calidad es alto, muy alto para lo que es la producción argentina en general. Me refiero a la calidad de su capa, de su estructura, armado, tiraje y sabores y presentación final.

Se elaboran desde hace 15 años, pero recién en los últimos años están presentado su línea de  robustos para todo el mercado local.




Espero que nuestro mercado responda bien y se puedan encontrar cada vez más fácilmente.

Actualmente venden por pedidos online y envió directo desde la fábrica de Corrientes. Su director es Fernando Mendez. ventas@elduquepuros.com.ar


Hoy decido comunicarlo, compartir el dato. Lo hago porque estoy convencido de la calidad del producto, al menos en el caso de los robustos. Y lo hago no sin algo de miedo a que como tantas cosas en Argentina cuando se masifican o logran un volumen de ventas medianamente importante sucede que el típico empresario argentino por lo general mal decide  aumentar la rentabilidad aumentando el precio del producto perdiendo competitividad, o abaratando los costos resignando calidad y no reinvirtiendo su ganancia para optimizarla.




Deseo profundamente que este no sea un caso más.

Por eso espero que los propietarios no solo mantengan y mejores cada año la calidad lograda hasta hoy, sino que mantengan un precio competitivo por el bien de todos pensando un desarrollo de mercado sostenible a largo plazo.

Los recomiendo enormemente hoy*, y espero poder seguir haciéndolo más adelante.

¡Éxitos para la gente de El Duque!

*Los puros Robustos de El Duque fueron disfrutados en el bar fumador del hotel Hyatt Buenos Aires. Y maridados con vino oporto y cocteles diversos.
** Ya en pocos meses he encontrado diferencias en las ligas de armado. En la etiqueta negra habia tripa corta y hasta pequeños pedazos de tabaco, probablemente para mejorar el tiraje y el sabor. Pero eso va en desmedro de la calidad. Una vez mas, otro tipico caso de la industria argentina, no cambiamos mas. Se puede, pero no se quiere.
 Sebastián Bossi